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La industria lechera es una de las más contaminantes del planeta y la responsable de la explotación violenta de miles de vacas en todo el mundo.
Desde hace unos años el debate sobre el consumo de la leche de vaca está en boca de todos. Cada vez más gente, ya sea por salud o por concienciación, decide abandonar la leche tradicional y pasarse a las alternativas veganas.
Y es que la irrupción de las bebidas vegetales ha puesto la industria lechera contra las cuerdas. Ahora en España hemos pasado de consumir 100 litros de leche de vaca en el año 2000 a los 75 actuales, según los datos que maneja la propia industria. Un descenso del 25% que cada vez va a más.
Pero pese a esto, el sector lechero (empresas relacionadas con la producción y comercialización de leche) mueve en España más de 13.000 millones de euros anuales. Sólo en nuestro país existen 850.0000 vacas lecheras que producen unas seis millones de toneladas de leche al año, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Dicho de otra manera: en España hay una vaca lechera por cada 30 habitantes.
Una cifra todavía elevada si se quiere combatir el cambio climático y a proteger y cuidar a los animales uno de los problemas más importantes de nuestra sociedad actual. Por ello, desde Ecoluba te damos tres razones de peso para que abandones la leche de origen animal y te pases a las alternativas vegetales: más sanas, limpias y sostenibles.
Los humanos somos los únicos mamíferos que siguen bebiendo leche durante toda nuestra vida
Los productos lácteos se relacionan con afecciones cardíacas, cáncer, obesidad, diabetes y osteoporosis. Y aún más, su alto contenido de proteína animal elimina el calcio del cuerpo. Los países que beben más leche tienen los mayores niveles de osteoporosis, y ocurre lo contrario en Japón y China donde casi no se consumen lácteos.
La leche también está llena de grasa, colesterol y otros ingredientes nocivos, como pesticidas, hormonas, dioxinas y antibióticos. Puedes obtener todo el calcio que necesitas comiendo brócoli, higos, legumbres, granos, cereales fortificados y otros vegetales.
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Crueldad animal
Como denuncia Anima Naturalis en su página web, las vacas de la industria láctea son sometidas a embarazos forzados, privación de libertad, ordeña intensiva y medicación. Las crías son separadas de sus madres al nacer, para que la leche que naturalmente le corresponde a los terneros sea comercializada.
Una vez el ternero nace y es retirado de la madre esta empieza a ser ordeñada y seguirá produciendo leche durante unos diez meses, y antes de que deje de dar leche volverá a ser inseminada otra vez y el proceso continuará así durante toda la vida de la vaca.
Cambio climático
Un estudio de la Universidad de Oxford concluyó que las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción de leche de vaca triplican a las de las alternativas vegetales. Asimismo, la huella hídrica de la leche también es inmensa: se calcula que para producir un único vaso de leche son necesarios 200 litros de agua.
Según un informe de la empresa Starbucks, los lácteos que sirve sólo su compañía son responsables del 21% de la huella de carbono del conglomerado.
Las alternativas vegetales
Cada vez en el mercado hay más alternativas de bebidas vegetales. Están las de almendra, avena, soja, avellana, nuez, coco, arroz, nuez y, hasta incluso de quinoa, etc. Te dejamos con un artículo de nuestro blog dónde te contamos cómo elaborar tu propia bebida vegetal en casa.
Foto de Pexels
Además, las bebidas vegetales:
- No contienen lactosa ni colesterol.
- Bajas en grasas
- Elevado porcentaje de grasas mono y poliinsaturadas, beneficiosas para el corazón.
- Alto contenido en vitaminas B.
- Relación equilibrada entre el Sodio y el Potasio.
- Son perfectas para personas con digestiones lentas, problemas de estreñimiento o colon irritable.
Cada decisión que tomamos como consumidores significa un planeta más ecológico y la vida o la muerte de millones de animales. Porque está en nuestras manos evitar tanto dolor. Eligiendo la opción más compasiva, ayudamos al planeta, a los animales y también a nosotros.