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Nuria Vila se dedica al diseño gráfico sostenible y a la dirección de arte. Tras licenciarse en diseño y trabajar en diferentes estudios de diseño / agencia se marchó una temporada a El Salvador para formar parte de un proyecto documental sobre niños discapacitados. El hecho de vivir en la selva en un contexto de posguerra y ver de cerca cómo vivía aquel colectivo vulnerable marcaron un antes y un después en su vida personal y profesional.
Al volver sintió que ya no tenía sentido trabajar en el mundo del diseño para clientes en los que no creía y se dio cuenta de que ese trabajo no encajaba con sus valores.
Decidió dejar el mundo de las agencias y empezó a trabajar por su cuenta para personas que formaban parte de su entorno agrícola. Así, de forma natural Núria empezó a especializarse en diseño sostenible y consiguió integrar sus valores éticos en su trabajo.
Desde Ecoluba la hemos entrevistado para que nos hable sobre diseño sostenible y comparta sus opiniones sobre la situación medioambiental actual:
¿Cómo empezó tu historia con el diseño sostenible?
Cuando mi primer cliente me dijo que quería transmitir una imagen de “ecológico” empecé a buscar referencias en el mundo del diseño. Entonces me di cuenta de que todos los diseños eran igual. Estaban hechos con papel craft y hojas o estaban hechos con plástico y se imprimían con el mismo color de papel craft para simularlo. ¡Ah, y el papel craft no es reciclado. !
Para transmitir valores ecológico lo que hice fue buscar la manera de que el packaging que yo diseñara fuera lo más sostenible posible. No utilizar materiales que fueran difíciles de reciclar, que pudieran tener una doble vida, fáciles de separar y reutilizar.
Desde entonces mi objetivo ha sido mis diseños no solo aparentaran ser ecológicos si no que lo sean de verdad.
¿Cuál es el proyecto del que te sientes más orgullosa? El que puede ser la mejor referencia de diseño sostenible.
A medida que he ido trabajando en proyectos y experimentando he conseguido evolucionar y mejorar en hacerlos cada vez más sostenibles. Podría nombrar muchos pero un buen ejemplo sería el pack de café de SlowMov en el que utilizamos los residuos para hacer la tinta. También los packs de cosmética de Fragàncies del Montseny en el que con un presupuesto muy bajo conseguimos generar mucho dinamismo y ofrecemos una gran facilidad a los clientes de devolver los envases.
Foto de Nuria Vila
¿Con qué dificultades puede encontrarse un diseñador para que un proyecto sea sostenible?
Creo que la mayor dificultad es la falta de herramientas y de conocimiento de las industrias. También de los materiales, de saber realmente de dónde provienen. Todos los proveedores te venden su material como el más sostenible pero que lo sea depende de las necesidades que tenga cada proyecto.
Por lo tanto, muchas veces el desconocimiento de qué materiales existen dependiendo de tus necesidades es lo que puede generar una dificultad. Puede causar que acabes escogiendo un material que te parece ser sostenible pero al final no lo acaba siendo. El campo de los materiales de origen vegetal es muy nuevo y todavía hay mucha desconocimiento. Por ejemplo, uno de los materiales que se se usa más en diseño sostenible es el Pla, muy similar al plástico pero de origen vegetal. El problema es que los usuarios a menudo lo confunden con plástico y se rompe la cadena de reciclaje. Además, si acaba en la naturaleza no se desintegra. Este material todavía se usa mucho pero está empezando a generar muchas dudas.
Parece que la sostenibilidad se ha convertido en una moda y en un gancho para vender más. ¿Consideras que existe una implicación real y suficiente de parte de las empresas?
Muchas marcas lo están intentando pero no todas lo consiguen y para otras la sostenibilidad no es su prioridad. De todas formas, para las marcas grandes los cambios son muy lentos. Deberíamos ir más rápido pero el sistema tampoco lo permite. No hay soluciones coalternativas rápidas y supereficientes como para poder hacer un cambio radical en temas de sostenibilidad. Pero lo que sí que es verdad es que muchas lo utilizan como marketing.
Yo creo que la palabra sostenibilidad pronto será como decir que tienes un producto natural. Como no hay un certificado que lo avale todo el mundo puede decir que es sostenible. Es como el problema que hubo con la palabra bio o eco. No hay una regulación y al final acabará siendo una palabra vacía que no garantice nada.
¿Qué marcas crees que están haciendo un buen trabajo en temas de sosteniblidad?
Para mi Ecoalf es el mejor ejemplo. Ya no solo por su ropa sostenible si no por cómo han creado la empresa. También Veritas está haciendo las cosas muy bien.
¿Crees que en el mundo del diseño sigue predominando la estética por encima de la ética?
Yo creo que cada vez la ética va más de la mano de la estética y más viniendo de una pandemia. Cada vez hay más sensibilidad aunque queda mucho trabajo por hacer. Hay todo un mundo digital para explorar en términos de sostenibilidad.
La realidad es que el público lo pide y lo pedirá cada vez más y creo que las marcas se pondrán las pilas.
A menudo la sostenibilidad no es la opción más cómoda ni más fácil. ¿Qué consejos darías a nuestros lectores para conseguir llevar un estilo de vida más respetuoso con el planeta? ¿Cuáles son los puntos clave?
La clave es no juzgarse y hacer lo que puedas hacer. Sin querer hacerlo todo de golpe. Empezar con pequeños gestos que a la larga se convierten en hábitos y de repente te das cuenta de que poco a poco ya estás haciendo mucho. Sin machacarte ni sentirte culpable porque cuando lo haces al final es cuando llegas al punto de no querer ver la realidad y acabas por no hacer nada.
Yo creo que el gran problema es el desconocimiento que hay. Muchas personas no son conscientes del impacto que puede llegar a tener cambiar de cepillo de dientes cada 3 meses, de los años que tarda ese plástico en descomponerse. No son conscientes de la vida que tienen los productos que usamos a diarios.
¿Y qué se puede hacer ante ese desconocimiento?
Ya se está haciendo. Se habla en las redes, cada vez hay más tiendas 0 waste, etc. El cambio se produce poco a poco pero en unos años esto será lo normal. Es que si no lo es nos quedamos sin planeta. El futuro es sostenible y si no no lo será. Estamos en la cuenta atrás. En 6 años la situación del planeta ya será irreversible.
¿Cómo ha afectado la pandemia al medioambiente?
Con la pandemia hemos generado más residuos. Ha tenido un impacto muy negativo. El año pasado se agotaron los recursos del planeta hacia agosto; este año se han agotado en mayo. Si ya sabíamos que tenía que llegar una pandemia no se entiende porque no podíamos estar preparados para afrontarla. Ha sido un drama a nivel medioambiental y social. La cosas no se han hecho nada bien.
Escrito por Clara Valls