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Menstruación sostenible sin tóxicos

6 mayo 2021

Hoy en Ecoluba explicamos por qué nos debemos pasar a la menstruación sostenible. Según diferentes estudios, una mujer pasa 40 años de su vida menstruando, lo que suponen 520 menstruaciones. Con cada menstruación, las mujeres utilizan una media de 25 compresas o tampones cada mes. Esto supone que durante toda la edad fértil una mujer gasta  9.300 productos de higiene íntima, casi 260 toneladas de productos no biodegradables que tardan 500 años en degradarse.

Una problemática que ya tiene algunas soluciones. Ahora en el mercado hay cada vez más alternativas que ayudan a reducir el uso de estos productos. Compresas de algodón orgánico, también de tela, copas menstruales y, hasta incluso, bragas menstruales que absorben la sangre sin la necesidad de utilizar ningún producto más. Unas soluciones cómodas, éticas y ecológicas que fomentan una menstruación más sana tanto para el planeta, como para la mujer.

 

¿Qué es la menstruación sostenible?

“La menstruación sostenible es una manera de vivir. Te reconcilias con tu propio cuerpo, porque entendemos que menstruar es algo normal, un signo de salud que te va a acompañar toda tu vida. De ahí que sea muy importante utilizar productos para tu cuerpo y que, además, respeten el medio ambiente”, explica Teresa Pérez Caballero, creadora de la empresa y plataforma educativa sobre el ciclo menstrual Cyclo en el podcast Melón con Jamón.

“Como mujeres tenemos una gran conexión con la naturaleza, las dos somos cíclicas. Y la menstruación sostenible hace mucho hincapié en esa mutabilidad de las mujeres y entender que todas las partes del ciclo son positivas”, sentencia la misma.

 

Los tóxicos que no ves en las compresas

“Las empresas no están obligadas a indicar qué contienen las compresas”, decía Pérez en el mismo podcast.

Según el portal Gestores de Residuos, las compresas pueden contener componentes químicos como la dioxina, poliacrilato, rayón y asbesto.

  • Dioxina: un componente altamente tóxico y se utiliza para blanquear los tampones, las compresas y los salvaslips. El componente se descompone fácilmente en cuerpo y puede acumularse en nuestros tejidos. Todo un problema, ya que la dioxina es una sustancia cancerígena que puede provocar problemas de reproducción y se asocia como una de las causas de la endometriosis y la amenorrea (menstruación dolorosa).
  • Poliacrilato: Es un compuesto químico que consiste en un polvo blanco sin olor que tiene la capacidad de absorber grandes cantidades de líquido. Esto se utiliza como el famoso gel absorbente. Algunos estudios demuestran que el poliacrilato está asociado con el síndrome del shock tóxico (SST). Los síntomas de esta enfermedad son son confusión, diarrea, dolores de cabeza, fiebre, hipotensión, dolores musculares, náuseas, vómitos, crisis epilépticas, convulsiones y en los peores casos puede llegar a la insuficiencia en órganos como en los riñones y el hígado. Y normalmente el SST ocurre cuando se usa un tampón más tiempo de lo debido.
  • Rayón: Es un tejido sintético altamente absorbente y se utiliza para contener la sangre y los fluidos vaginales. Impide que la piel respire normalmente. Además, retiene la humedad, provocando el aumento de la transpiración corporal, esto puede provocar heridas en la vagina y un aumento anormal de la flora bacteriana que puede derivar en infecciones vaginales e infecciones urinarias. Cuando se utilizan tampones al sacarlo de la cavidad vaginal quedan fibras adentro, restos de tampón que también pueden las más diversas molestias como mal olor, infecciones, sangramientos,  entre otras.
  • Asbesto: El asbesto es un grupo de minerales que se utiliza en tejas, azulejos, baldosas, cemento, envases, paquetería, revestimientos, pintura, talco, toallas higiénicas y tampones. El Departamento de Salud y Servicios Humanos, la Oficina de Protección Ambiental y la Oficina Internacional para la Investigación del Cáncer de los Estados Unidos demostraron que los productos relacionados con el asbesto provocan cáncer. Donna C. Booisseau, de la Universidad de Illinois, indica que: “La industria del tampón incluye asbesto en sus productos con la intención de hacer sangrar más a las mujeres durante su período menstrual y favorecer así el aumento de consumo de esta mercancía”.

 

Las ventajas de la menstruación sostenible

Además del cuidado del medio ambiente, practicar la regla sostenible, implica estar más cerca de tu ciclo, más conectada. Ya que preocuparse de tener los productos preparados en el momento que llega el periodo, hace que se ponga el foco en la atención sobre el cuerpo, sus sensaciones y, en general, el bienestar personal.

 

Así, prestar más atención a nuestro cuerpo, a través de qué productos utilizamos, y analizar las sensaciones físicas y emocionales que tenemos, ayuda a, si se producen cambios o malestares, reconocerlos rápidamente para buscar soluciones.

 

Escrito por Núria Messeguer

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