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El árbol es el mejor antídoto

22 enero 2021

En medio del bosque y con un plano bien estudiado: él a un lado del encuadre y el majestuoso paisaje de los bosques de Villuercas, presidiendo la imagen. Así atiende el escritor y naturalista Joaquin Araújo –Premio Global 500 de Naciones Unidas y Premio Nacional de Medio Ambiente– la llamada de Ecoluba. A pocos metros de su casa, en una zona emboscada de las Villuercas, Cáceres, sin vecinos casi en 20 kilómetros. Se nota la experiencia de Araújo en el sector audiovisual, donde, entre otras muchas cosas, trabajó durante años al lado de Félix Rodríguez de la Fuente. En cuanto a la conversación,  su sabiduría podría alargar la charla hasta que se le helaran las manos.  Acaba de publicar Los árboles te enseñarán a ver el bosque, de Editorial Crítica.

 

 

¿Cómo viven un naturalista como usted la pandemia que tiene en vilo a todo el mundo?

En el polo opuesto de lo que sufre la inmensa mayoría de la humanidad, por eso debo empezar disculpándome, por vivir en un privilegio que a veces uno duda que se merezca. Desde que comenzó esta tragedia vivo en plena naturaleza, disfrutando, después de más de 50 años de activismo de vida campesina, de los procesos y los ciclos de la vida. He tenido la inmensa suerte de haber elegido hace ya un tiempo vivir en un bosque, con un primer vecino a 16 km de distancia. Lo que muchos llamarían soledad es para mí la mejor compañía. Este año he vivido más, he leído más, he escrito más, he cultivado más, he pensado más y he sentido más que en toda mi vida.

 

¿Y en qué ha pensado, especialmente?

En que hemos tropezado y hemos caído, a pesar de las advertencias. Había infinidad de alarmas sobre la situación sanitaria del planeta y cómo se podía caer en una pandemia como en la que hemos caído. Había infinidad de alarmas por una serie de torpezas absolutas: un amontonamiento excesivo, una producción de alimentos masificada… Pero esta situación ha removido los cimientos de la propia sociedad. Es solo un tímido anuncio de lo que puede pasar si seguimos siendo los virus para el resto de la naturaleza. He pensado mucho en cómo evitar que el colapso llegue a producirse. Uno intenta sumarse a los antídotos, con su estilo de vida, para que la siguiente crisis absoluta no sea la del cambio climático, la de una naturaleza que ha perdido sus defensas por perder su identidad. Yo decidí hace medio siglo dedicar mi vida a que hubiera más vida, a que no estuviera justificada la destrucción de todo por un bienestar fugaz. Y a plasmarlo sobre papel.

 

¿Es eso lo que nos cuenta en Los árboles te enseñarán a ver el bosque?

No es generalizable, pero hay una parte autobiográfica que resume mis impresiones, lo que la contemplación de la naturaleza me ha susurrado al oído, sugerencias para vivir con la naturaleza y no contra la naturaleza, es un canto al diálogo, a la comprensión. Un canto al árbol, el mejor hospedador y antídoto para luchar contra el calentamiento global del planeta.

 

Se refiere usted en el libro a vivir con otros tempos, a la comunicación y a la vida en comunidad…

Puede haber una aparente contradicción, porque yo vivo muy solo, aislado a tiempo parcial. Dedico un 60% de mi vida a compenetrarme con las arboledas, el agua, las nubes, los pájaros y en 40% soy un hombre muy público, que acude a muchos actos, está en muchas partes. Es fundamental que contar con la sociedad, hay ejemplos para que no quedemos consumidos con el consumismo, la terrible epidemia de esta humanidad, y esto posible con el diálogo, con el espíritu comunitario. En los medios, el sistema educativo y los sistemas de vida se ha potenciado un egocentrismo desmedido a combatir. Tenemos que anuestrarnos, ser todos nosotros.  Yo encuentro toda la fuerza necesaria para ser todos nosotros desde un individualismo muy diferente al del resto de personas. Me lleno de emociones estéticas para contarlo a los demás.

 

¿Y cómo andamos de bosques?

Tenemos más árboles que hace 300 años, la superficie forestal ha aumentado, por un abandono masivo de la vida campesina y porque ha disminuido la superficie cultivada. Unos 3 millones de hectáreas han sido abandonadas y son bosques potenciales. Pero tenemos también más árboles enfermos que nunca. Eso en España, en el mundo… el mundo es un disparate, todos los días la humanidad pierde entre 20 y 25 millones de árboles.

 

¿Qué les pasa a nuestro árboles que dice que están enfermos?

Dolencias fúngicas, víricas, bacterianas. Las transformaciones del medio y el calentamiento enferman a los árboles. Las encinas tienen la seta, una plaga, activada por el calor y estrés hídrico que seca y mata el árbol. Hay tantos paralelismo con la pandemia… Mira qué bien que hay vacuna, pero mira que mal que hay muchos que se están muriendo. En nuestro país es muy necesario seguir trabajando por la salud de los árboles. La salud del mundo merece muchos más árboles de los que tenemos. La codicia es catastrófica, pero desear tener más árboles es muy sensato y aceptable.

 

Ahora que se han reducido los viajes largos y la gente parece que buscará durante un tiempo lugares más cercanos donde pasar su tiempo libre, ¿qué bosques de España recomienda visitar, si puede desvelar el secreto?

Sí. Muchos de los grandes bosques de renombre merecido están bien preparados para recibir a la gente. Muniellos, el bosque más bosque en España, que está en Asturias; aunque ahora hay que pedir hora para ir. Hace unos años escribí un libro, Mis emboscadas preferidas, donde puse un bosque destacado por provincia: el Pinar de Lillo, norte León; Fragas de Eume en Galicia; Saja-Besaya, en Santander; Aralar, en el País Vasco; la Selva de Oza, en Aragón… Yo tengo mi bosque preferido, que es en el que vivo, he plantado 16.000 árboles para ayudar a que un bosque sea más bosque en Villuercas y su rebollares. Esto me llena los ojos todos los días.

 

Ahora que algunos tenemos también más tiempo para estar en casa, ¿qué lecturas nos recomendaría?

Hay dos codicias legítimas: más libros y más árboles. Yo leo dos libros a la semana desde los 13 años, soy un lector compulsivo,  he leído miles de arboledas convertidas en palabras… Para adentrarnos en lo que más necesitamos, yo recomendaría leer para cambiar de paradigma, sobre el sentido de la vida, para no entrar en colapso en pocos años: el libro del Tao, un manual de sencillez, austeridad y libertad individual. También Los aforismos de Goethe, amor y respeto a la naturaleza. Y la poesía completa de Jorge Guillén, donde expresa literalmente las mejores emociones relacionadas con la naturaleza.

 

Gracias Joqaquín y, cómo dice en su libros, que la vida le atalante.

Gracias y que la vida te atalante a ti también.

Publica su nuevo libro, ‘Los árboles te enseñarán a ver el bosque’, con el que enseña la importancia la floresta, ese sistema vital al que pertenecemos y deberíamos volver.

 

Entrevista de Rut Vilar

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